Hoy, 15 de septiembre, se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Leucemia. Conoce qué es, cómo se origina, posibles causas y hábitos saludables para acompañar la prevención y el cuidado.
¿Qué es la leucemia?
La leucemia es un tipo de cáncer que afecta la sangre y la médula ósea, el tejido donde se producen las células sanguíneas. Se caracteriza por la producción anormal y acelerada de glóbulos blancos, que no funcionan de manera adecuada y afectan el sistema inmunológico.
Existen diferentes tipos de leucemia, como la leucemia linfocítica y la leucemia mieloide, que pueden ser agudas o crónicas según la velocidad con la que progresen.
¿Dónde se origina la leucemia?
La leucemia se desarrolla principalmente en la médula ósea, ubicada en el interior de los huesos largos. Allí, las células madre que deberían transformarse en células sanguíneas sanas comienzan a multiplicarse de forma anormal, interfiriendo con la producción normal de glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos.
Posibles causas y factores de riesgo
Aunque la leucemia no tiene una causa única, se han identificado factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollarla, entre ellos:
- Exposición a radiaciones o ciertos químicos.
- Alteraciones genéticas o antecedentes familiares de cáncer en la sangre.
- Tratamientos previos con quimioterapia o radioterapia.
- Trastornos en el sistema inmunológico.
Se debe aclarar que tener factores de riesgo no significa desarrollar la enfermedad, y que cada caso es único.
Síntomas básicos de la leucemia
Algunos signos que pueden despertar sospecha son:
- Fatiga o cansancio excesivo.
- Palidez o anemia.
- Fiebre recurrente o infecciones frecuentes.
- Sangrado fácil o aparición de moretones.
- Sudoración nocturna.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
⚠️ Importante: estos síntomas son generales y no significan necesariamente que exista leucemia. Solo un médico especialista, mediante valoraciones clínicas y exámenes de laboratorio, puede confirmar un diagnóstico.
Recomendaciones para un estilo de vida saludable
Aunque no existe una manera específica de prevenir la leucemia, algunos hábitos pueden contribuir al fortalecimiento del organismo:
- Mantener una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras y proteínas saludables.
- Realizar actividad física de manera regular, según las recomendaciones médicas.
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol.
- Cumplir con los chequeos médicos periódicos y atender oportunamente cualquier síntoma.
Un compromiso con la vida
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Leucemia, recordamos la importancia de la detección temprana, el acompañamiento integral y la confianza en los equipos médicos especializados. La información y la educación son herramientas clave para enfrentar esta enfermedad de manera responsable.
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